43 días.

A tan solo 43 días de mi partida hacia mi nueva casa, mi vida es un completo caos.  Mi cabeza sólo hace que darme vueltas, una y otra vez, preguntándose millones de cosas, algunas de ellas sin respuestas, y otras muchas con respuestas irónicas.

Sí, tengo preguntas como; ¿Irá todo bien?, ¿Cómo será ir en un avión?, ¿Me costará el cambio de horario? Creo que realmente son preguntas que nacen del miedo y de ese abismo de no saber que pasara el 24 de agosto.

Creo que durante estos meses eh estado muy bien, tranquila y serena ante todos los impedimentos que se iban interponiendo ante mí, y es que aun ahí alguno por ahí. Pues si estoy actualmente realizando las prácticas de la titulación homologada de monitora de ocio y tiempo libre y tan solo llevo dos semanas en la escuela de verano y ahí momentos en los que me paro y pienso que esto se va a terminar y que tengo que empezar una nueva vida, en dos países diferentes.

Voy a empezar una relación a distancia, voy a dejar a mis padres solos, a mi madre cuando más me necesita,  a mi abuela, y a mis tíos que después de tanto tiempo queriendo ser papas, por fin lo van a ser.

Así que  ya veis, las cosas como están las maletas a medio hacer y los sentimientos a flor de piel.